«Algún día la Justicia nos dará la razón a los afectados del volcán, pues fue una gestión propia de país subdesarrollado»

La Palma cautivó hace 19 años a Óscar Martín, audiólogo madrileño y cooperante internacional, que llegó a la Isla por un inesperado cambio de viaje de vacaciones con su esposa y a los pocos días decidieron comprarse una casa. Hasta que la erupción volcánica de 2021 la arrasó. 21 meses después, lo tiene claro: “Sabían que la catástrofe era inminente y no nos avisaron, por lo que mi esperanza está en que tarde o temprano la Justicia nos dé la razón, si no es aquí, será en el Supremo o en el Tribunal Europeo”, afirma, entrevistado por EL VALLE.

Acostumbrado a ayudar a niños de países pobres de África a recuperar su audición con la ONG que preside, Ears for The World. People Rescue, de repente se vio del otro lado, en el de quienes necesitan ayuda por una catástrofe natural. Y no quiso quedarse con los brazos cruzados en la defensa de sus derechos, por lo que se unió a la Iniciativa Ciudadana de Apoyo a los Afectados por la Erupción, de la que es directivo, al igual que de la asociación Tierra Bonita.

Óscar Martín, con una niña de Ghana a la que ha ayudado a recuperar la audición.

Se trata de dos asociaciones que defienden la vía judicial para que los damnificados perciban indemnizaciones más justas y se diriman responsabilidades, tanto por la vía de la reclamación patrimonial como la de vía penal (hay una querella criminal presentada).

Todavía no sale de su asombro de cómo sucedieron las cosas: “En un territorio de los más vigilados del mundo a nivel geológico, nos estalla un volcán en la cara sin poder salvaguardar el patrimonio, el esfuerzo de toda una vida, y ni siquiera poder proteger nuestra vida; así que en lugar de llorar me puse a estudiar, fui a las conferencias que daban en la Universidad Complutense los científicos, y descubrimos que lo sabían y no nos lo dijeron.

«Antes de la erupción, en ningún acto jurídico, ni al hacerse una casa, se advertía del riesgo volcánico»

Con visible enfado pero esperanzado en que algún día los tribunales hagan justicia, Óscar Martín subraya que antes de la erupción había suficientes indicios para haber avisado a la población y haberla evacuado con tiempo para que salvar sus enseres; pero, además, reprueba que cuando alguien se compra una casa en la mitad sur de La Palma, “nadie te dice nada del riesgo volcánico, en ningún acto jurídico te informan; y desde 2017 se hablaba en revistas especializadas, que el común de la gente no lee, de una reactivación volcánica en la Isla”.

Él, que conoce bien países en subdesarrollo por su actividad con la ONG que preside, no alberga dudas de que la gestión de algunos aspectos de esta emergencia en La Palma “fue la propia de una zona subdesarrollada, porque las principales ayudas las otorgaban las ONG”.

«A los 21 días la lava se llevó mi casa, y sentí paz, como ante la muerte inexorable de un ser querido que deja de sufrir»

El negro malpaís bajo el que fueron sepultadas más de 3.000 construcciones, entre ellas la casa de Óscar Martin en Todoque. / I LOVE THE WORLD

La catástrofe fue lenta, larga, como una tortura interminable. En su caso, fueron 21 días, aunque para otras personas fueron casi tres meses. “Es como la muerte inexorable que esperas de un familiar, que sabes que va a pasar , porque empeora la enfermedad, y la paz te entra cuando al final se produce el fallecimiento; pues así me pasó cuando la lava tumbó mi casa: lo que sentí fue paz, pues ya sabía a lo que atenerme y había que resurgir de las cenizas”, evoca, con una emoción contenida y la entereza de quien ya está concentrado en la reconstrucción.

La Palma, donde encontró la felicidad

Para él es como volver al principio. “Hace 19 años teníamos programado un viaje a Túnez, pero hubo un atentado terrorista y cambiamos los planes, porque la mujer de amigo mío otorrinolaringólogo es palmera, y me recomendó la isla; y nos gustó tanto La Palma que íbamos por 10 días y al octavo nos compramos una casita en la Breña Baja, donde estuvimos muchos años, y los 4 últimos en Todoque”.

«Las coladas no deberían volver a ser un área residencial, pues ya conocemos el riesgo»

Lo cuenta desde Madrid, en videoconferencia con EL VALLE, con la mente puesta, mitad en Ghana, donde centra ahora la ayuda la ONG Ears for the World, mitad en La Palma, donde está reconstruyendo su casa justo a lado del barranco de Las Angustias, el impresionante. abrupto desagüe de la Caldera de Taburiente, al norte del Valle de Aridane.

Es el lugar que prefiere, porque no cree que sea buena idea volver a la zona de las coladas. “Con la información que ahora tenemos, sabemos cuáles son las zonas de muy alto riesgo volcánico, por lo que el área afectada por esta erupción no debería volver a ser área residencial, si no queremos que le pase lo mismo que nosotros a nuestros hijos o nietos; con una vez es suficiente”.

Labor solidaria en Ghana para mejorar un hospital

Óscar Martín y otros miembros de la ONG, en Ghana.

Toda esta experiencia en La Palma le ha reforzado a Óscar Martín su vocación solidaria: “Para mi ha sido una enseñanza importantísima, como cooperante me he visto del otro lado, y eso me ha dado más valores y recursos para seguir ayudando a los demás”.

Por eso sigue luchando aún con más ganas por los niños de África. Ahora está inmerso en un proyecto para el área sanitaria de maternidad del St. Francis Xavier Hospital, en Ghana. «La actual maternidad es muy vieja, se cae a cachos, las mujeres están hacinadas, en momentos pico, en colchones en el suelo», comenta.

En 2019 se comenzaron las obras del nuevo edificio de maternidad, en el que colaboraron activamente con la venta de dos libros: Tres días de soledad, un lamento desesperado, y Gaia. La otra cara del cuento, con cuya venta esperan poder ayudar a equipar estas instalaciones hospitalarias.

Óscar Martín, en el hospital de Ghana donde colabora su ONG.

Ambos libros se pueden adquirir en Amazon a través de los dos siguientes enlaces:  https://amzn.eu/d/d1tHOPf y  https://amzn.eu/d/djsJlei. También, contactando con la ONG a través del siguiente formulario: http://earsfortheworld.org/Contacto/, a través del que también se puede adquirir una camisa de esta asociación, justo la que lleva durante la entrevista con EL VALLE. Igualmente, se pueden hacer donaciones en la cuenta ES94 2100 7935 6213 0046 4060.

Una madre con su hija en Ghana, junto al hospital con el que colabora Óscar Martín.

Durante la erupción en La Palma la ONG de cooperación internacional que preside se ofreció a hacer gratis tratamientos de hipoacusia y adaptar audífonos a los afectados, y atendieron a personas en exclusión social.

Con toda esa carga de sensaciones y vivencias de los últimos dos años en La Palma, mira al futuro con esperanza. “Me gustaría que la isla siguiera siendo mi Palmita, de la que me enamoré, pues vivo en el centro de Madrid y huyo de la masificación, del asfalto, de los grandes resorts”, confiesa, con un ademán de cariño hacia la isla, personificando sus paisajes y encantado de sus habitantes, ahora que la catástrofe obliga a replantear cómo recuperar la economía palmera.


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