El Gobierno exhibe en Madrid al PEVOLCA en el desfile de la Fiesta Nacional en plena ola de quejas de los damnificados

El desfile del 12 de Octubre en Madrid ha incluido a 8 miembros del Plan de Emergencias Volcánicas (PEVOLCA), que el Gobierno regional ha llevado hasta la capital de España para un nuevo reconocimiento por su labor durante la catástrofe volcánica. Este hecho ha suscitado críticas de personas damnificadas, que consideran excesiva la propaganda oficial y recuerdan los fallos, como fue la no evacuación de la población antes de la erupción, y la lentitud de esta fase de recuperación de la zona afectada.

El Gobierno de Canarias no pierde ocasión de destacar en actos públicos e institucionales la labor del personal de seguridad, emergencias y ciencia que ha prestado sus servicios en la erupción volcánica de La Palma, así como el «esfuerzo» realizado por  las diferentes Administraciones públicas para dar respuesta a las necesidades de la población afectada.

Pero en esta ocasión la manera de exhibirlo ha sido nada menos que en el desfile de las Fiesta Nacional de España en Madrid, con presencia de los reyes y de numerosas autoridades civiles  y militares, incluyendo los presidentes de los Gobiernos estatal y canario, Pedro Sánchez y Ángel Víctor Torres, respectivamente.

Funcionarios y técnicos del PEVOLCA, en los actos de la Fiesta Nacional, en Madrid. /RTVE

Hasta Madrid para participar en ese acto miliar se desplazaron, de acuerdo con el listado publicado por el Ejecutivo regional la víspera de este día nacional de España, ocho representantes del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA) y 66 agentes de la Policía Canaria.

Así, ante el izado de la bandera y la ofrenda a los caídos por España, en los momentos previos al desfile de las fuerzas y cuerpos de seguridad, se encontraban  el exdirector técnico del PEVOLCA, Miguel Ángel Morcuende; el director insular de Seguridad del Cabildo de Tenerife, Rubén Fernández, en representación de los recursos de intervención de Tenerife destinados a la erupción; el jefe de sección de Montes del Cabildo de La Palma, Francisco Prieto, en representación del CECOPIN; y el ingeniero del servicio de Infraestructuras del Cabildo de La Palma, Amílcar Cabrera, como representante del Grupo de Rehabilitación de Servicios Esenciales en la erupción volcánica. Se les pudo ver en la retransmisión del acto que hizo la RTVE, que les dedicó unos segundos.

También participaron en el desfile la  subdirectora de Protección Civil y Emergencias, Marta Moreno; la jefa del Servicio de Protección Civil y Atención a Emergencias, Montserrat Román;  el director del CECOES 1-1-2, Moisés Sánchez; y la representante de la Unidad de Drones de la Dirección General de Seguridad y Emergencias, Juana María Medina.

Técnicos y cargos públicos de las Administraciones canarias, en Madrid, en los actos de la Fiesta Nacional. / GOBIERNO CANARIO

Además, tomaron parte en el desfile seis vehículos relacionados con el operativo que intervino en el volcán de La Palma, pertenecientes al Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), los Equipos de Intervención y Refuerzo en Incendios Forestales (EIRIF), el Consorcio de Bomberos de Tenerife, el Consorcio de Bomberos de Gran Canaria, el Consorcio de Bomberos de Lanzarote y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

CADA VEZ MÁS QUEJAS DE AFECTADOS

La participación canaria en este acto del día nacional se produce apenas unos días después de que los asociaciones vecinales de los barrios afectados por la erupción y plataformas de damnificados han expuesto sus quejas al Defensor del Pueblo y el Diputado del Común, que han podido comprobar  «la necesidad y la incertidumbre» de estas personas.

Así las cosas, afectados por esta catástrofe han expresado este 12 de octubre a EL VALLE su malestar con el «exceso de propaganda» que a su juicio están utilizando los gobernantes con todo lo relativo al plan de emergencias y la gestión de la fase posteruptiva.

Por un lado, afirman estas fuentes ciudadanas, las administraciones públicas y, sobre todo el Cabildo y los Gobiernos estatal y canario, han tratado de cambiar el relato de lo que realmente ocurrió, dando a entender que el plan de emergencias fue éxito porque no murió nadie, cuando en realidad se trató de un fracaso porque la erupción comenzó sin haber evacuado a la población y muchos vecinos tuvieron que salir corriendo y no se pudieron llevar enseres; y eso, sin olvidar que se expusieron a riesgo para sus vidas, porque de haber salido la lava bajo viviendas, hoy podríamos estar hablando de muertes.

 

Este martes, el presidente del Gobierno regional, Ángel Víctor Torres, ha vuelto a obviar este hecho irrebatible, es decir, el factor suerte en el momento inicial de la erupción, al afirmar que “gracias a la ciencia, a la solidaridad y responsabilidad del pueblo palmero y a cómo actuaron las fuerzas de seguridad, una erupción de casi 90 días, con una tremenda descarga de magma y con situaciones imprevistas acabó sin víctimas mortales, que es lo más importante y lo primero que había que conseguir”.

De haberse abierto la tierra bajo las viviendas aún habitadas de los vecinos, el resultado sería una tragedia mayor, pero que no fuera así no se debió a una previsión del PEVOLCA, sino al más puro azar de la naturaleza, en esa suerte de ruleta rusa en la que el disparo no fue en la sien de nadie, sino por suerte el volcán surgió a suficientes distancia de las casas como para que muriera nadie.

El que fuera director del PEVOLCA, Miguel Ángel Morcuende, entre los participantes en los actos de la Fiesta Nacional. / RTVE

Por otro lado, estas personas damnificadas que se han dirigido a EL VALLE señalan que este nuevo acto propagandístico del Gobierno canario -aprovechando la Fiesta Nacional- se produce en plena oleada de críticas por la tardanza en abonarse las ayudas de 30.000 euros prometida por el Ejecutivo regional (aún no ha llegado a todos los que tienen derecho a percibirla), el retraso en entregarse las viviendas provisionales en contenedores y madera, la insuficiencia de las ayudas para poder rehacer la vida muchas familias y por la incertidumbre existente sobre cuál será la solución definitiva para tantas personas que no saben cuál será la ordenación del territorio cubierto de lava, bajo el cual están sus terrenos, y de qué manera se les compensará.

Los damnificados con los que ha hablado EL VALLE no cuestionan la labor de  la mayoría de los miembros del personal de seguridad, emergencias e instituciones científicas desde antes y después de la erupción, ni creen que no se les deba reconocer su mérito, sino que se confiesan hartos del uso político que, para estas fuentes de los colectivos afectados, se está haciendo de este reconocimiento público, y cómo en cambio, se ha marginado a cientos de personas, asociaciones, instituciones y empresas que también auxiliaron a los damnificados. Para estos otros héroes no parece haber medallas ni  reconocimiento oficial alguno, en algunos casos además -al menos es lo que se especula en círculos de damnificados- por criticar los fallos de la gestión de esta crisis. Es decir, que quien critica, no sale en la foto.

La Policía Canaria desfiló ante los reyes en Madrid. /RTVC

En este contexto, Ángel Víctor Torres ha expuesto en un comunicado que la participación canaria en el desfile de este martes en Madrid y en la recepción de los reyes supone “un símbolo que hace que, como ocurrió durante la erupción, toda España esté al lado del pueblo canario y el palmero”.  Y una vez más, el jefe del Gobierno canario ha echado mano de su argumentario habitual tras la catástrofe volcánica:  ha dicho que las distintas Administraciones públicas están haciendo “todos los esfuerzos posibles” para ayudar a las familias damnificadas por el volcán, tarea en la que “hay que persistir y de la que un gran ejemplo son precisamente las nuevas cuentas del Estado para el próximo año y las de Canarias”.

Entre muchas personas damnificadas se echa de menos un poco de autocrítica no solo en el Gobierno canario sino en las demás administraciones públicas, por lo que se teme que no se aprenda de los errores de esta emergencia porque se intentan ocultar a la opinión pública, lo cual deriva en que una parte de la sociedad española, canaria y hasta palmera piense que la población afectada en La Palma ya tiene su problema resuelto o en vías de solución. Y, según enfatizan afectados por este desastre natural, esa es una imagen tergiversada de la realidad.

 

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