«Un extraño monstruo despertó y tuvimos que salir corriendo»: un cuento infantil muy real sobre el volcán

DOS AÑOS DE UNA ERUPCIÓN SIN EVACUACIÓN PREVIA: EN BUSCA DE LA  VERDAD

CAPÍTULO 6.2

Se han publicado incontables y angustiantes historias sobre la erupción de 2021 en La Palma que sorprendió en sus casas, sin previa evacuación, a miles de personas. Pero faltaba el punto de vista de la infancia. Consuelo Santamaría Repiso, doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, ha cubierto ese vacío. Tras escuchar el testimonio de escolares de 8 años lo ha convertido en cuento infantil en un libro titulado Un extraño monstruo se despierta, que ha editado Cáritas, un relato entre la fantasía de la niñez y la descarnada realidad de una catástrofe en la que la población no fue alejada del lugar antes de la gran explosión. Y eso generó un miedo y un estrés que reflejan en sus relatos los niños y las niñas que lo vivieron.

Todo comenzó durante la erupción con la visita a La Palma, organizada por Cáritas, de la citada pedagoga, -que ha publicado varios libros sobre el duelo y uno sobre el de los niños-  y Valentín Rodil, psicólogo. Llegaron a la isla con la Unidad Móvil de Intervención en Crisis y en Duelo, un servicio del Centro de Humanización de la Salud creado por la orden de los Religiosos Camilos, que presta acompañamiento emocional y orientación psicológica, de forma gratuita, a personas que pasan por una situación de sufrimiento o crisis en su vidas, en este caso por la erupción volcánica.

Consuelo Santamaría, experta en duelo infantil.

En el colegio de educación infantil y primaria (CEIP) Mayantigo, de Los Llanos de Aridane, escucharon con mucha atención a los niños y las niñas  de 3º de Primaria que vivieron la traumática experiencia de ver explotar un volcán cerca de sus casas y tener que salir corriendo de su hogar al que parte de la población afectada ya no podrá volver, pues la lava lo sepultó todo, en algunos casos incluso los objetos personales más queridos.

Melania Martín Acosta, pedagoga y coordinadora de Cáritas en la emergencia volcánica, durante la entrevista con EL VALLE.

«La visita de Consuelo y Valentín a centros educativos tuvo mucha repercusión, y en el caso del colegio Mayantigo, ella recogió lo que los niños, emocionados por ser escuchados, expresaron su experiencia con el volcán tal como ellos querían, un testimonio que es muy significativo, y con el cual se elaboró el cuento del libro», explica a EL VALLE Melania Martin Acosta, pedagoga y coordinadora de Cáritas.

Aunque en el libro los nombres de sus protagonistas, Ana y Juanito, no son reales, el cuento sí refleja lo que estos escolares relataron. Al volcán le pusieron de nombre Vulcanoso y lo retrataron como un «monstruo», del que nadie les previno de iba a despertar junto a sus casas, por lo que en los testimonios de la infancia afectada está muy presente el hecho de que tuvieron que salir corriendo con sus familias ya con la erupción empezada.

Portada del libro.

«Estos niños recordaron cómo corrieron,  cómo se abrazaron a sus madres, en un día de locura, de solo ver gente corriendo llevándose cosas, dejando atrás cosas importantes que perdieron, y algunos incluso animales; luego vivir evacuados, en casas diferentes, cambiando de colegio y a veces sin poder ir a clase…», expone Melania.

La mayoría de niños y niñas que contaron sus vivencias a Consuelo perdieron sus viviendas, por lo que recuerdan cómo era el lugar donde vivían antes de la catástrofe: sus juguetes, su jardín, su zona de juegos, el sonido de los pájaros, su abuela y su abuelo en las huertas… Hasta que de repente se escuchó un ruido muy fuerte y por arte de magia un monstruo subterráneo emergió de las entrañas de la tierra lanzando fuego y bombas incandescentes. Un monstruo con varias cabezas, tantas como bocas tiene el volcán. Y hubo que echar a correr.

Melania muestra la contraportada del libro, donde se ve a un niño corriendo asustado para alejarse del volcán.

Para la coordinadora del proyecto de esta emergencia en Cáritas, «aquello fue un shock muy grande, porque estábamos haciendo una vida normal, y de repente hubo un giro radical, sin tener tiempo para adaptarte y procesarlo». Por ello señala que Desde Cáritas se considera que este es un aspecto que se debe mejorar para próximas situaciones de este tipo: «Se debería aprender de esta experiencia para el futuro, porque el no haber sido evacuados antes de la erupción es una de las partes peores que han vivido niños y adultos».

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Sin embargo, el discurso oficial de científicos y autoridades, desde el primer minuto, no se ha movido de ese mantra de que el plan de emergencias activado funcionó a la perfección y es lo que hizo que en el momento de la entrada en erupción del volcán no hubiera que lamentar desgracias personales.

Muchas familias afectadas testimonian que no fue así, pues saben que están vivos por el puro capricho de la ruleta rusa del magma, que igual que encontró salida en la zona de Cabeza de Vaca pudo haberse disparado bajo las casas donde sus moradores confiaban en que las autoridades les avisarían con tiempo para irse si la erupción era inminente. No fue así.

I LOVE THE WORLD

«Esa puede ser una de las enseñanzas de lo que nos cuentan los niños, la necesidad de evacuar con un tiempo adecuado de antelación, y que nos debían haber evacuado de otra manera y en una zona más amplia; lo que ocurrió no es lo que debería haber pasado y deberíamos aprender la lección», insiste Melania.

El libro permite sacar muchas moralejas, pero una de ellas es que al final de tantas vivencias al límite, «los niños están juntos con sus familias, queriéndose, y poco a poco se van sintiendo más calmados».  Como se calma la propia furia de la naturaleza.

Melania Martín Acosta, pedagoga de Cáritas.

Para los escolares, el volcán Tajogaite, es decir, para ellos el monstruo Vulcanoso, «debe de tener magia, porque cambia de color; primero amarillo y rojo y luego negro», en alusión al enfriamiento de la lava. Un monstruo que al fin y al cabo acabó durmiéndose de nuevo, convertido en montaña cotidiana del paisaje, por lo que la vida tiene que seguir. Tal es así que en los dibujos de estos niños lo pintan ya como una montaña sonriente.

«El final del cuento es de superación, de aprender de estas vivencias negativas que el tiempo ayuda a curar las heridas; es una resiliencia infantil que debemos tener también los adultos», apunta la pedagoga de Cáritas en La Palma.

Presentación del libro en el colegio Mayantigo.

El libro ha tenido un muy buen recibimiento y se imprimirán más ejemplares en función de la demanda. Lo distribuye Cáritas y se puede reservar llamando al teléfono 603832067.

En junio pasado Consuelo Santamaría volvió al colegio Mayantigo para la presentación de esta obra, en un emotivo acto que provocó las lágrimas de los padres y que los niños vivieron también con mucha ilusión y emoción.

Valentín y Consuelo, durante una de las sesiones de acompañamiento en duelo en una parroquia palmera.

La orden de los Camilos formó en acompañamiento en duelo a 10 voluntarios de Cáritas en La Palma que están prestando esta ayuda psicológica a quienes, pasados casi dos años del inicio de la erupción, no se encuentran bien desde el punto de vista emocional.

En su mayoría, las personas que demandan este servicio son mujeres y de avanzada edad; algunas perdieron su vivienda en Todoque y La Laguna y otras de Las Manchas que estuvieron evacuadas muchos meses.

Así las cosas, lo cierto es que el 19 de septiembre de 2023 se cumple el segundo aniversario del comienzo de este destructivo fenómeno geológico. Y aún no puede decirse el literario colofón: «Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado». La reconstrucción mental y socioeconómica en el Valle de Aridane es todavía una historia por suceder. El final del cuento sigue abierto y envuelto en la incertidumbre.


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