Denuncian que el Puesto de Mando Avanzado del incendio incumplió el protocolo para restringir el espacio aéreo

Una empresa de imágenes aéreas de reconocido prestigio internacional emprenderá acciones legales contra la Administración pública por incumplir los protocolos aéreos establecidos en plena situación de emergencia provocada por el reciente incendio. La Guardia Civil le prohibió volar su dron en la playa de Tazacorte, aludiendo a «órdenes de arriba», pese a  que no se dio el obligatorio aviso oficial para restringir los vuelos en una zona concreta, trámite que el Puesto de Mando Avanzado (PMA) hizo días después, a raíz de estos hechos y  cuando el incendio ya estaba estabilizado.

El equipo de esta empresa se encontraba en un lugar del municipio de Tazacorte con el fin de iniciar las operaciones cuando se vio sorprendido por una patrulla de la Guardia Civil, justo momentos antes del despegue del dron, agentes que impidieron el vuelo indicando expresamente que lo había prohibido el Puesto de Mando de la Isla durante el incendio forestal en Tijarafe y Puntagorda. La patrulla incluso  levantó un acta de los hechos sucedidos con el fin de denunciar la presunta operación ilegal de vuelo de dron.

NOTAM, el aviso oficial que no se emitió

Lo cierto es que,como viene siendo habitual en este tipo de operaciones, el equipo encargado de realizar las imágenes aéreas contaba con todas las licencias requeridas para ello. Y, a su vez, antes del despegue se realizaron todas las comprobaciones oportunas, entre ellas, con especial cautela, verificar si existía alguna restricción en el espacio aéreo, lo que se denomina NOTAM, que debe ser obligatoriamente comunicada por las autoridades competentes encargadas de la extinción del incendio a ENAIRE como órgano gestor del espacio aéreo en España.

La falta de este trámite supuso, por tanto, poner en riesgo la seguridad en el espacio aéreo, porque el NOTAM es lo que garantiza que ninguna aeronave no autorizada pueda sobrevolar una zona concreta, de la misma forma que la ausencia de este aviso se interpreta como vía libre para poder volar en ese lugar al no haber restricciones oficiales.

Pixabay

Pues bien, no sólo no existía dicha restricción, sino que, además, no es hasta que se denuncia el incumplimiento de los protocolos aéreos por el equipo encargado de las imágenes aéreas cuando la Administración, días después, procede a comunicar dicha situación de riesgo al organismo competente y se señala así esa restricción (NOTAM), «aviso a navegantes» en el espacio aéreo de La Palma.

La prueba de que se incumplió  el protocolo

Así lo certifican estas imágenes de la información que facilita ENAIRE: una del día 18 de julio en que no se aprecia ningún NOTAM en la zona de Tazacorte y otra del 20 de julio en que sí se ve el NOTAM de la emergencia  del incendio y válido desde las 10.10 h. de ese día hasta el 22 de julio a las 23.59 h.

Estos hechos llevan a los afectados a plantear la presunta actuación negligente de la Administración, que, ante una situación de emergencia, omite los protocolos aéreos reglamentarios, provocando un grave riesgo en el espacio aéreo de la Isla de La Palma.

·Error grave que podía haberse resuelto con coordinación aérea

Por ello, la empresa afectada exige que en los cargos responsables al frente de las emergencias se encuentren personas con los conocimientos técnicos de las herramientas que se estipulan en la ley para evitar estos hechos y que además no se actúe de manera arbitraria en una emergencia, sin ni siquiera plantear soluciones alternativas a un error grave por parte del Puesto de Mando, que podría haberse resuelto con una mera coordinación aérea.

Una vez trasladados los hechos a ENAIRE y controladores de la zona, la empresa operadora del dron anuncia que emprenderá acciones legales contra las partes responsables, a fin de reclamar indemnización por el perjuicio económico y reputacional sufrido por no poder grabar parte del documental el día en que estaba programado, lo que afectó de forma directa a la producción del documental y la relación con el cliente, y, sobre todo, al espacio aéreo en general.

Una dirección de la emergencia también muy cuestionada con la erupción

No es la primera vez que la dirección del Puesto de Mando Avanzado de emergencias en La Palma provoca quejas. Ya ocurrió durante la erupción volcánica al impedir volar en la zona de exclusión a drones de empresas especializadas en esta actividad, incluso cuando la población afectada demandaba este servicio y lo tuvieron que aportar de forma altruista pilotos de dron privados.

Es vox populi que se podría haber ayudado más a la población evacuada si los vuelos aéreos no hubieran estado solo autorizados para televisiones, con fin científico o para el operativo de la emergencia, porque pocos drones y todos privados con sus propios recursos cubrieron ese hueco tan importante. Una falta total de empatia con las victimas y la búsqueda de animales.

Es el caso de una conocida empresa de drones que ayudaba a conocer el estado de las propiedades con las fotos aéreas que hacía a petición de los vecinos y luego publicó su historia en el libro, tan necesario para conocer esos momentos trágicos, Las otras historias del volcán.

Con esta forma de proceder del responsable del PMA en el incendio también «resurgen las múltiples quejas de las víctimas de la zona de la erupción del volcán vivieron durante la agónica emergencia».

Y se preguntan muchos afectados del volcán porqué antes de la catástrofe volcánica no se avisó a la población a tiempo cuando hay declaraciones en televisión en las que científicos afirman que sabían por dónde se produciría la erupción y que sólo fallaron en 200 metros.

También cuestionan que no se dejara retirar animales y cosas de valor cuando obligaron a salir a la gente de sus casas una vez iniciada la erupción, cuando pudo haberse realizado con la misma seguridad pero con mas empatía.

Igualmente plantean porqué en la actualidad se permite a científicos y a espeleólogos recorrer las zonas de exclusión donde aún las propiedades no han sido expropiadas, mientras que a los propios dueños de esos terrenos se les impide acceder.

En resumidas, cuentas, se preguntan por qué se utiliza el puño de acero con una población que pasa de víctima a revíctima en vez de tener algo de empatía hacia los damnificados por el volcán. Por todo ello, concluyen que hay mucho que cambiar en la forma de proceder en las emergencias de La Palma.


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