«Reconocer los errores en esta crisis volcánica sería lo valiente y lo responsable»

El fotógrafo Alfonso Escalero y todo el equipo que dirige en la productora audiviosual I Love The World no solo ayudaron durante la erupción con sus fotos aéreas para los evacuados sino que ahora, un año después, continúan su labor altruista para aliviar el sufrimiento de los afectados y defender sus derechos donando para estos fines benéficos la recaudación del libro ‘Las otras historias del volcán’. Gracias a su impulso es posible este diario digital.

EL VALLE

Escalero y el grupo de profesionales de I Love The World se han convertido en parte ya inseparable de la solidaridad que se ha movilizado hacia la población afectada por el volcán de La Palma. Esta empresa cubrió de forma altruista un servicio durante la erupción, el de fotos aéreas a petición de cientos de familias evacuadas que solo tenían esta fuente de información para saber como seguían sus propiedades. Pero además Escalero se ha mantenido en contacto con todas estas personas, y un año después conoce como si las hubiera vivido en su propia carne incontables historias, sobrecogedoras, de quienes lo perdieron todo de golpe y que no ven aún la luz al final del túnel.

El libro Las otras historias del volcán ha llevado meses de trabajo en su elaboración, impresión y comercialización. Escalero cuenta en esta entrevista, en nombre de todo el equipo de esta productora audiovisual, el proceso de este proyecto editorial, y reflexiona sobre el sufrimiento de los afectados y la gestión de esta catástrofe. En realidad, su gran esperanza es que el libro, la mayor compilación de testimonios de este desastre natural, sirva para que en una futura erupción no se repitan los errores que en esta en la gestión de la emergencia y en el trato y la ayuda a la población afectada. Desde ese punto de vista, la energía que ha movido a esta productora audiovisual con La Palma nace de una profunda convicción ética de que a los seres humanos no se les puede causar sufrimiento innecesario. En las imágenes que ilustran esta entrevista aparecen Escalero y otros miembros del generoso equipo de I Love The World.

-¿Cuál es a día de hoy, casi un año después del inicio de la erupción volcánica, la sensación que le queda al equipo de I Love The World de la catástrofe volcánica?

 «A nivel emocional, aún no hemos podido recuperarnos de todo lo que nos tocó vivir y sufrir mientras duró la erupción volcánica. Tenemos muchas imágenes grabadas, muy duras, que hemos decido no publicar, que nunca verán la luz para evitar herir la sensibilidad de las personas y que producirían un dolor innecesario… Irremediablemente, esas imágenes permanecerán en nuestra memoria y nos acompañarán por mucho tiempo. Es algo con lo que estamos aprendiendo a vivir.A nivel económico, tampoco nos hemos recuperado; tuvimos que afrontar como empresa los gastos generados por las distintas estancias del equipo en la isla. Decidimos dejar a un lado nuestros compromisos profesionales momentáneamente para volar nuestros drones sobre las coladas y de esta manera ser los ojos de muchísimas personas afectadas. Empatizamos tanto con ellos que adquirimos un compromiso personal con los evacuados, para que tuvieran conocimiento del estado de sus propiedades en tiempo real, ya que nadie les facilitaba esa información. Necesitaban conocer si sus casas seguían en pie o si por el contrario, se las había tragado el volcán.

Y por último, la sensación tras un año desde que sucedió la catástrofe volcánica es que aún, no solo queda mucho por hacer en la isla, sino que aún queda mucho por aprender. Una de las acciones más complicadas para el ser humano es reconocer los errores cometidos…; aceptar esos errores cometidos en la crisis volcánica sería un acto de valentía.

No debemos olvidar que Canarias es un paraíso volcánico y que en cualquier momento podría volver a ocurrir un desastre natural de las mismas características, por lo que deberíamos estar preparados para actuar todos juntos de forma coordinada, teniendo siempre en cuenta el factor geoético y la empatía hacia las personas».

-¿Por qué  considera necesario el asesoramiento legal a los afectados y la información sobre la población damnificada (web), que son dos líneas de acción del proyecto que soportará el libro?

«El asesoramiento legal es como la necesidad que tiene un niño de tener un tutor para guiarle el camino a seguir, para que puedan volver a tener una casa o un modo de vida… Nadie estaba preparado, muchas personas lo perdieron todo y no ven la manera de encaminar ni su presente ni mucho menos su futuro. Es una pena que sea necesario ese asesoramiento legal, porque eso significa que existen disputas. Bajo mi punto de vista, en esta crisis sin precedentes, debería haber prevalecido la empatía, esa capacidad de identificarse o de ponerse en el lugar del otro, por parte de aquellos que pudieron hacer cambiar las cosas. Hay un dolor innecesario, tal y como expresan nuestros especialistas psicólogos en el libro, que se podría haber evitado tratando de no revictimizar a la víctima, apartándola, invisibilizándola hasta que vuelve a desaparecer otra vez, sintiéndose culpables de lo que les está ocurriendo por no poder gestionar bien sus cosas, sus pertenencias, sus papeles, etc…

Durante la erupción, los afectados evacuados de sus hogares, necesitaban conocer, saber, visualizar sus casas, sus plantaciones, sus bodegas, su vida y iLoveTheWorld participó activamente en ello para intentar ayudar dentro de nuestras posibilidades. Pero ahora, meses después de finalizada la erupción, estas personas necesitan que se les oiga, que se les escuche, que se les tenga en cuenta. Desde que se apagó el volcán la presencia de los medios ha sido mínima porque el volcán hace tiempo que dejó de generar audiencias, ya no es noticia de apertura de los medios informativos, por eso el segundo objetivo que nos marcamos junto con la ONG Tierra Bonita es dar luz a todo lo que ocurre. Una web necesaria para informar a todos los afectados, a las plataformas, a las asociaciones, etc. porque la idea es unificar todo lo que se necesita o todo lo que está ocurriendo en un mismo sitio, en una única web».

Ahora que el libro ya está a la venta, ¿qué le ha parecido la acogida que ha tenido en La Palma?

«La acogida por parte de los afectados ha sido excelente, pero ya lo suponíamos. Es un libro de todos, no se ha personalizado en nadie. Las historias y las conclusiones son de todos. Es un libro histórico, necesario para el estudio de cómo pueden afectar las catástrofes, los desastres naturales, en los seres humanos. Hay que aprender de los errores porque en algún momento, muy a nuestro pesar, las islas volverán a sufrir erupciones volcánicas y habría que empatizar y conocer la historia real. No estábamos preparados, no estábamos avisados».

¿Confían en que nuevas entidades públicas y privadas que aún no lo han hecho adquieran ejemplares en los próximos meses?

«Estamos completamente seguros de esto;  desde aquí animamos a las empresas y entidades a que valoren la posibilidad de contribuir a la causa adquiriendo libros, bien para sus empleados o sus clientes. Hay mucha desinformación, el ser humano tiende a desconectar para no sufrir, y si algo no te afecta directamente es más fácil esa desconexión, podríamos llamarle falta de empatía o simplemente supervivencia… es como si cada uno construyera a su alrededor un muro o una barrera a modo de escudo para que no le afecten las desgracias de los demás. Hay muy poca gente de las otras islas que conozca de cerca y que ni siquiera imagina lo que de verdad ha ocurrido y lo que un año después de la erupción sigue ocurriendo en La Palma, lo que realmente está sucediendo en el Valle de Aridane. Quizás este podría ser un buen tema para hacer una encuesta sociológica y realizar una valoración de cuál es la percepción de los ciudadanos de las islas vecinas.

Espero y deseo que desde que se corra la voz, muchas empresas privadas acudan al libro, como pilar de recuperación de un pueblo. En las islas Canarias existen núcleos de población mucho más poblados que en La Palma y si con siete mil personas evacuadas hemos vivido lo que hemos vivido, no quisiera pensar que podría ocurrir en núcleos de más de cien mil habitantes. Por nuestra parte, seguiremos insistiendo en dar a conocer la historia del volcán tal y como la sufrimos todos a los que nos tocó vivir esa dramática experiencia».

¿Qué acogida esperan de las ediciones en inglés y alemán?

 «Para nosotros todo esto es nuevo, ningún miembro del equipo se dedica profesionalmente al mundo editorial. Tanto es así que hemos tenido que contratar a una segunda empresa de traducción, porque la primera traducción que recibimos en inglés, no pasó el control de calidad, no reunía la calidad suficiente como para que lo enviáramos a la imprenta, por lo que esta edición se retrasará por motivos ajenos a nuestra voluntad. En cambio, la versión alemana verá la luz próximamente y esperemos que tenga tan buena acogida como lo están teniendo los libros originales en castellano».

Es muy necesario que a las comunidades extranjeras se les haga partícipes de lo sucedido. La comunidad alemana presente en La Palma es muy representativa y no podemos olvidarlos. Con la versión en inglés trataremos de internacionalizar más el libro, para que llegue al mayor número de personas posible. Los extranjeros en general, son una parte fundamental en las Islas Canarias y es una obligación moral que tenemos para que puedan sentirse arropados e identificados.

-¿Cómo está siendo para I Love The World retomar sus trabajos habituales fuera de la isla, tras esta experiencia? ¿Les ha cambiado como personas?

«Afortunadamente, iLoveTheWorld está formado por un equipo bastante numeroso y podemos compartir y repartir responsabilidades, de forma que podamos seguir funcionando y seguir sacando la empresa adelante dedicándonos a nuestros compromisos profesionales. Desde aquí, aprovecho para dar las gracias a todas aquellas empresas y entidades que empatizaron con nosotros y con lo que estaba ocurriendo en La Palma y que entendieron que teníamos que retrasar la realización y la entrega de los proyectos y las producciones que teníamos acordadas antes de la erupción.

Pero es cierto, que parte del equipo no termina de desligarse de La Palma porque sentimos que no podemos abandonar a los damnificados. Nos ha pasado factura emocional y también económica, pero sin ninguna duda volveríamos a actuar igual una y mil veces más».

-¿Por qué se decidieron ustedes por Tierra Bonita para la realización del proyecto?

«La ONG Tierra Bonita, al igual que iLoveTheWorld, actuó de manera solidaria, pero ellos lo hicieron desde tierra y nosotros desde el aire. Conocimos su historia, una asociación que se fundó para ayudar, sin experiencia, con el único motivo de arrimar el hombro y así lo hicieron, ayudaron a mucha gente y nos pareció gente seria, noble, apolítica, sincera y valiente. No había más que pensar. Después, en el camino conocimos a más personas con la misma calidad humana y les propusimos que se incorporaran a Tierra Bonita porque también nos generaban mucha confianza y he de decir que no nos equivocamos. Es un equipo genial y muy competente y os puedo garantizar que a día de hoy aportan y seguirán aportando todo lo que esté en sus manos para ayudar».

-¿Qué consejos les da a quienes empiecen a leer el libro, tan cargado de testimonios desgarradores?

«Que no se queden solo con las imágenes. Es verdad que son impactantes y que constituyen el gancho para que las personas a las que les guste la fotografía pudieran acercarse al libro. Pero que lo importante es todo lo demás., el resto del contenido. Nuestra historia, la de i Love The World, se puede leer sin problema, es la experiencia de una empresa que llegó a la isla hipnotizada por la majestuosidad de la naturaleza pero que terminó realizando otra labor, a veces dura y crítica con la gestión, pero con el único objetivo de mejorarla de cara a las posibles futuras catástrofes que puedan volver a ocurrir. Y no necesariamente tienen porqué ser de origen volcánico, los incendios, por desgracia, están a la orden del día y pueden ser tan traumáticos como el volcán.

Fuimos topándonos con muchas deficiencias, fallos que nos íbamos encontrando por el camino como consecuencia de los errores cometidos. Es posible que los responsables de la gestión no fueran conscientes de muchas de estas deficiencias, pero desde el momento en el que lean el libro, serán conscientes de lo ocurrido y ya será imposible que se les olvide. Es humano aprender de los errores y reconocerlos. Estoy completamente seguro de que serán capaces de mejorar la gestión de la emergencia en futuras ocasiones».

 –¿Cuántas medallas entregaría usted que aún no se han entregado a personas que han mostrado una solidaridad espontánea en esta catástrofe?

«Entregaría una Medalla al Mérito Solidario a todas y cada una de las personas que ayudaron de forma desinteresada, cómo se dice en el prólogo del libro, a las personas que “arrimaron el hombro y sostuvieron con el alma” la caótica situación provocada por la crisis de la erupción volcánica. Mucha gente voluntaria, a día de hoy, continúa realizando esa labor. Aún hace falta mucha ayuda en La Palma.

Muchas personas viajaron con su dinero, costeándose ellos mismos los alojamientos, poniendo en juego sus vidas para ayudar a otras personas en situación de máxima vulnerabilidad, y no han obtenido ningún reconocimiento por la entrega, por esa labor desinteresada, generosa y altruista.

En el libro se recogen “Las Otras Medallas del Volcán”, medallas al mérito solidario,  elegidas y otorgadas por el pueblo, capítulo en el que se incluyen desde personas anónimas hasta miembros de la Guardia Civil, Bomberos, UME, Científicos, etc…, personas que después de cumplir con su horario laboral, prolongaban su jornada como voluntarios para seguir ayudando. Ellos son los que deberían ser reconocidos.

Queremos agradecer la labor a estos cientos y cientos de voluntarios desconocidos, por su especial implicación… muchas personas a las que jamás podremos agradecerles su entrega, coraje y valentía,  porque fueron anónimos y sin ellos, la gestión de la emergencia hubiera sido muy distinta. En el libro se recogen los testimonios de muchos de ellos y se les da el reconocimiento que nunca se les ha ofrecido.

En nuestro caso particular, al menos, hemos sido reconocidos por los vecinos, que no puede ser un mejor regalo».

-¿El libro supondrá un antes y un después en el relato de esta catástrofe?

 «Esa es la idea, para que las futuras generaciones no tengan que preguntar a sus abuelos qué es lo que ocurrió durante la erupción del volcán Tajogaite, sino que éstos puedan acercarles el libro de su tatarabuelo o bisabuelo y así puedan saber de dónde proceden y qué fue del pueblo que lo perdió absolutamente todo. De hecho, hemos querido involucrar a los niños y niñas en el libro, grabándoles con el drone solidario desde el aire, formando bonitas palabras esperanzadoras. A estos jóvenes, algún día les tocará sacar el Valle de Aridane adelante. Esos mismos jóvenes tomarán las riendas y tirarán hacia adelante y seguro que recordarán con alegría el día en el que participaron unidos, todos juntos, para transmitir esos mensajes de esperanza con ilusión».

-Su mensaje, es, por tanto, también de esperanza para la población damnificada…

«Al igual que el Ave Fénix, la isla de La Palma resurgirá de sus propias cenizas con el poder que le otorga el fuego de sus entrañas y volverá a brillar con la luz que le brinda el sol. Esto es lo que queremos transmitir con la portada del libro, con el Ave Fénix que surgió del volcán. Quiero terminar con el mensaje de que el relevo del libro será esta web, El Valle, y con unas frases para reflexionar:

“Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo». (Mahatma Gandhi).

“El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión». (Paulo Coelho).

“Cuando soplan vientos de cambio, algunos construyen muros; otros, molinos». (Proverbio chino”).

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