ARTÍCULO DE OPINION
PLATAFORMA POR UN PRECIO JUSTO DEL PLÁTANO
La verdad es que todos los escritos reclamando lo que es justo suenan parecidos, pero en el caso concreto de las ayudas que en su día prometió la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, doña Alicia Vanoostende resultan especialmente crueles por los momentos en las que las susodichas ayudas fueron prometidas.
Sembraron un poquito de tranquilidad en la gran desesperación de todos los agricultores que nos vimos afectados por una catástrofe de tal magnitud. Quisimos creer por un momento en las buenas intenciones, ya que las cosas no estaban para juegos y por la constante insistencia de los diferentes responsables gubernamentales.
Salían en todos los medios, con el volcán latiendo aún en nuestra isla, con esa insistencia en frenar tanto los daños emocionales que se suponían para el sector viendo las pérdidas tan desmesuradas que dejaban tras de sí las cenizas provenientes del volcán Tajogaite en el sector primario, por no hablar de las fincas tanto plataneras como de otros cultivos que yacen bajo metros de material volcánico.
Pensamos erróneamente que jamás se atreverían a incumplir las cantidades señaladas de indemnización, o los plazos de entrega de las susodichas ayudas que tan insistentemente han prometido cuando los medios de comunicación estaban presentes en La Palma, en los aledaños de la erupción volcánica.
Pues bien, se han incumplido tanto las cantidades como los plazos. Hemos querido creer que simplemente fue un error como tantos otros que se puedan haber cometido, derivados de las grandes dificultades que suponen la teórica premura que se presumió tener en las diferentes gestiones y que fueron necesarias durante la erupción volcánica. Pero lo que no puede ser bajo ningún concepto es que eso al final no tenga nada que ver con la realidad que vivimos los agricultores.
«NO HA LLEGADO NI LO PROMETIDO NI LO NECESARIO»
Ahora más que nunca por la excesiva dilatación en el cumplimiento de esas promesas, se se debe dar urgencia apremiante a las cantidades restantes, o corregir las dadas, porque prácticamente no han llegado ni lo prometido, ni lo necesario, poniendo a todas las familias que dependen del sector del plátano en La Palma, sobre todo a las afectadas por el volcán, entre la espada y la pared.
Un retraso que cada vez dificulta más la posibilidad de continuar con uno de los sectores como el platanero, que sustenta una parte muy significativa de la economía palmera.
Así que necesitamos que las ayudas prometidas se transformen cuanto antes en una realidad palpable. Antes de que la continuidad del sector entre en una espiral de abandono por parte de los agricultores sin posibilidad de ser reparado, sumiendo a la isla en una pobreza general. Esta será el reflejo de la mala gestión de las ayudas que han sido destinadas para que la población de La Palma regresara a la normalidad.
