El Plan de Riesgo Volcánico falló: daba «baja amenaza» a la zona que arrasó la erupción

El avance del documento que presentó el Cabildo en 2019, elaborado con la ULL, dejaba fuera de la zona de alta amenaza de una erupción gran parte de la superficie que destruyó la de 2021

EL VALLE

La erupción volcánica en Cumbre Vieja se produjo sin que La Palma tuviera en vigor el Plan de Actuación por Riesgo Volcánico. Existía, eso sí, un avance, que fue el utilizado por el Cabildo para preparar la emergencia por esta última erupción.

Tal es así que el Cabildo y los ayuntamientos de la isla divulgaron  el siguiente folleto con información y consejos ante la reactivación volcánica de Cumbre Vieja:

El mapa de zonas de riesgo volcánico que contiene el Plan de Actuación para La Palma acertó a medias, porque parte de la zona afectada por las coladas de lava del reciente volcán, la situada más al norte del valle de Aridane, estaba marcada en este documento con un amenaza «baja», según publicó el diario PLANETA CANARIO.

La presentación en rueda de prensa del avance de este documento, en 2019, puede verse en el siguiente vídeo de TV La Palma, en el que el Cabildo palmero invitó a la directora del trabajo, la geomorfóloga Carmen Romero, de la Universidad de La Laguna (ULL), experta en vulcanismo histórico; y Jaime Diaz Pacheco, experto en planes de emergencia territorial:

 

Romero advirtió de que en vulcanismo hay una elevada incertidumbre, pero que el área más probable de una erupción era Cumbre Vieja.

En febrero de 2019, la Universidad de La Laguna informó que el Plan Insular de Actuación ante el Riesgo Volcánico de La Palma (PAIVPAL) iniciaba su andadura, promovido por el Cabildo de la Isla Bonita, con el apoyo de, por un lado, la ULL a través de su Cátedra Reducción del Riesgo de Desastres. Ciudades Resilientes y, por otro, Cruz Roja Española, que desarrolla el encargo explícito de planificar la materia de albergue y abastecimiento.

El equipo de la cátedra universitaria está integrado por su director, Pedro Dorta Antequera, y colaboradores con experiencia en el desarrollo de planes de emergencia territoriales, como el citado Jaime Díaz Pacheco y Abel López Díez. Al equipo se sumaron especialistas en vulcanismo histórico en Canarias como la mencionada Carmen Romero Ruiz, y Cayetano Guillén Martín. También participaron jóvenes investigadores en formación con experiencia en el desarrollo de este tipo de planes, como José Ángel Rodríguez Báez y Raquel Perestelo Abreu. Todos ellos, vinculados al Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de la ULL.

El Cabildo de La Palma, que había iniciado el proceso de revisión de su actual Plan de Emergencias Insular (PEIN), decidió a mediados de 2018 acometer la redacción del Plan Insular de Actuación Volcánica. En una nota de prensa de la ULL, en febrero de 2019, se afirmaba que el Cabildo palmero daba este paso «consciente de la alta latencia del riesgo volcánico en la isla, señalada en el propio PEVOLCA y confirmada por la ciencia en este campo», pues «una reciente serie de eventos sísmicos de baja intensidad terminaron de confirmar la necesidad de poner en marcha todos los mecanismos de preparación que estén al alcance de todas las administraciones»..

Según ese comunicado de la ULL, por aquellas fechas, a principios de 2019, el Plan de Actuación para La Palma se encontraba «en su fase final y se planifica su envío al pleno para su aprobación y envío a homologación durante los próximos meses». Por entonces se estaba «redactando el subplan de comunicación a la población, así como el capítulo de implantación, a través del cual se establecen los tiempos y la forma en que el plan debe ser entrenado, sobre todo en lo que se refiere a procesos de información, formación, adiestramiento, preparación de recursos, etc. los cuales se desarrollan principalmente en situaciones de calma eruptiva, prealerta o semáforo verde».

 

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