Pablo González, vulcanólogo del CSIC: «En la erupción de La Palma los políticos tomaron la peor decisión: esperar y ver»

Pablo González, investigador sobre vulcanología del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), afirma que en la gestión de la emergencia volcánica de La Palma en 2021 «se hizo un buen trabajo científico técnico», con redes instrumentales que cumplen «el estándar internacional esperable de un país con un desarrollo económico como España; pero los políticos y las autoridades tienen muy poca experiencia y optaron por esperar y ver, y es la peor decisión que se puede tomar; habría que haber hecho más».

El geólogo hizo esta afirmación durante su participación el pasado 23 de mayo en el Seminario Permanente de Ciencias y Humanidades Blas Cabrera-Felipe, organizado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. En concreto, su conferencia versó sobre la «reducción de riesgos por erupciones volcánicas a partir de la comprensión de la generación, almacenamiento y propagación de magmas en la litosfera terrestre».

La conferencia completa se encuentra publicada en el siguiente vídeo:

González, que desde 2022 es jefe del Grupo de Vulcanología del IPNA-CSIC, añadió a su reflexión que «no podemos culpar solo a los políticos, es decir, la comunidad científica tiene margen de mejora, pues solo estamos basándonos en reconocer patrones y así cada nueva erupción va a ser más complicada, porque nos va a sorprender».

Una de las imágenes que proyectó en su conferencia Pablo J. González.

Modelo que predijo la duración de la erupción

Licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada y doctor por la Complutense de Madrid, en su conferencia expuso las conclusiones de un estudio del CSIC, en el que participó, con un modelo que puede aplicarse en próximas erupciones para calcular su duración, trabajo que ha sido publicado en la revista Geophysical Research Letters, y la que han participado también miembros de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Pablo J. González, durante su conferencia.

La configuración de la red de estaciones del Sistema de Navegación Global por Satélite (GNSS) desplegada en La Palma por el IGN permitió obtener una serie temporal que, unida a la conceptualización y modelado realizado por el CSIC y la UPM, detectó cómo la presión del magma fue disminuyendo a medida que transcurría la erupción.

“El modelado del proceso de ralentizamiento de la contracción del volcán, que fuimos calibrando durante la erupción, nos permitió estimar el final de la deformación lo que, siguiendo unas hipótesis bastante básicas sobre la física de los volcanes, coincidiría con el fin de la erupción”, explicó Pablo González en su charla y también en una nota divulgada por el CSIC.

La hipótesis principal del trabajo es que el sistema de alimentación del volcán estaba cerrado, es decir, no había nuevas entradas de magma localizadas a una mayor profundidad.

Primeras horas de la erupción, muy cerca de las viviendas. / FOTOGRAMA DE UN VÍDEO DE DRON DE ANTONIO CARRILLO

En su conferencia, apuntó que el modelo exponencial que realizaron fue comunicado al Comité Científico del PEVOLCA en el que expusieron que la erupción podría tener «una ventana de duración de 79 a 92 días, pero, claro, no estábamos seguro al 100%, era la primera vez que hacíamos este análisis, por lo que el modelo podía ser correcto o no; pero resulta que teníamos razón; fue un pronóstico exacto pero incierto».

«Se duplican redes instrumentales y no se comparten los datos»

El experto del CSIC fue además crítico con que en Canarias, para la vigilancia volcánica,  se estén duplicando redes y no se compartan los datos que se recaban, por lo que incidió que resolver esta cuestión es «una tarea pendiente». «Se respondió a la crisis volcánica de El Hierro duplicando hasta cuatro estaciones de medida geodésica, y no hemos aprendido», se lamentó, porque «hay que optimizar los recursos para ser más efectivos».

Vista de la zona afectada por la erupción. / I LOVE THE WORLD

Pero para ser más fiables, sostuvo, «tenemos que tener modelos que reconozcan la incertidumbre, la naturaleza del problema; no existe un solo parámetro que medir, todos [sismicidad, deformación, gases…] cuentan, y no debemos perder la esperanza, porque vamos a ir mejorando con el tiempo».

«El problema es que las autoridades tienen que tomar decisiones en un plazo muy corto»

Pablo J. González, durante su conferencia.

Apuntó que entre 1990 y 2013 «solo se pudo pronosticar de modo correcto el 20% de las erupciones» pero donde hay mucha instrumentación científica, «ese porcentaje aumenta al 50%».

A día de hoy, insistió, en términos de protección civil, en todo el mundo «el problema principal es que las autoridades tienen que tomar decisiones en un plazo extremadamente corto y muy al comienzo de las crisis volcánicas», y para ello, además, abogó por que los científicos «se lo pongan cada vez más fácil» a los políticos.

«Los volcanes cerrados como Canarias, los más fáciles de predecir»

Momento del inicio de la erupción, con los vecinos sorprendidos y asustados, vista desde Las Manchas. / FOTOGRAMA DE UN VÍDEO DE LA AGENCIA ATLAS

En todo caso, destacó que en Canarias «afortunadamente» tenemos volcanes «de conducto cerrado, es decir, el magma va creando su propio conducto al subir a la superficie, y  son los más fáciles de predecir, porque la cantidad de señales capaces de producir son tales que, aunque no tengamos mucho registro histórico, va a ser suficientemente obvio para poder hacer un análisis».

El vulcanólogo subrayó que hay «mucha incertidumbre» en esta ciencia, que se aprovechará también del procesamiento con potentes ordenadores  de «la gran explosión de datos» que se están recabando, para reconocer así patrones que se repitan e «introducirlos en modelos físicos porque son los que tienen carácter predictivo», añadió.

Francisco R. Pulido recuerda el malestar de los afectados con científicos y políticos

Francisco Rodríguez Pulido.

En esta conferencia, desde el público, intervino el químico, presidente de la Asociación Tierra Bonita, Francisco Rodríguez Pulido y ex miembro del grupo de expertos del Plan de Emergencias de La Palma (PEINPAL), quien le trasladó «la queja de muchos palmeros que hemos echado en falta la geoética en el trabajo de los científicos, que parecen vivir en otro mundo».

Lamentó que «la colaboración entre científicos» en la crisis volcánica de La Palma en 2021 fue «nula». Y puso de relieve que «todavía no se entiende cómo a las 12 de la mañana del 19 de septiembre de ese año, el Comité Científico del PEVOLCA solo hablaba del peligro de los terremotos, y cuando a las 15:10  comenzó la erupción muchas personas estaban en su casa almorzando», porque no hubo evacuación antes de explotar el volcán.

Erupción del volcán en 2021. / I LOVE THE WORD

«A un amigo, a las 11 de la mañana, el gran terremoto le creó una serpiente, una onda, en su cocina, y se fue antes de la erupción», recordó.

El químico critica que no hubo evacuación previa sino huída

Pulido insistió en que no cuestiona que la intrusión magmática evolucionó de forma rápida, pero criticó que «por lo menos 24 horas» no se avisara a la población para evacuarla, pues, luego, «la gente tuvo que huir, hasta en pijama, y esto es algo que siempre se ha echado en cara» a los responsables de la emergencia.

Significó el químico palmero que «estamos hablando de el tercer volcán que más daños ha causado en los últimos 2.000 años, con casi 3.000 edificaciones» bajo la lava.

La falta de transparencia: actas y grabaciones del PEVOLCA aún secretas

Francisco Pulido, con Puerto Naos al fondo.

También mostró su «desconfianza» en cómo se gestiona en Puerto Naos y La Bombilla las emisiones difusas de CO2. «Hemos vivido un drama con el Tajogaite, y seguimos viviendo la frase que decimos en La Palma es: Es peor el post volcán que el volcán«.

Igualmente, el presidente de Tierra Bonita denunció que no se hayan divulgado las actas y grabaciones de los comités Científico y Director del PEVOLCA en los días y horas previos a la erupción, documentación que por decisión del anterior Gobierno de Canarias -no revisada por el actual Ejecutivo regional- se declaró confidencial, de modo que los afectados por esta catástrofe desconocen los criterios y la deliberación de la toma de decisiones que condujo a la no evacuación preventiva.

Las reclamaciones judiciales y administrativas de los afectados

Una de las reuniones del comité director del PEVOLCA.

En cualquier caso, Rodríguez Pulido agradeció a Pablo J. González que en su conferencia se mostrara crítico con la gestión política de esta emergencia, aunque el vulcanólogo del IGME-CSIC, que formó parte del Comité Científico del PEVOLCA a finales de octubre de 2021, ve «improbable» que los tribunales de Justicia le den la razón a los afectados y entidades que han acudido a esa vía para dirimir posibles responsabilidades penales por la decisión de no evacuar antes de la erupción del Tajogaite.

Sobre este asunto hay que recordar que en la jurisdicción penal existe aún un recurso pendiente de resolver ante el Tribunal Constitucional presentado por la Asociación Tierra Bonita.

I LOVE THE WORLD.

Además, este y otros colectivos palmeros también continúan reclamando que se dé publicidad a las actas y grabaciones del PEVOLCA.

En concreto, la pasada semana, 9 asociaciones y plataformas, la gran mayoría de damnificados por el volcán, han pedido a la nueva comisionada de la Transparencia de Canarias, la exalcaldesa de Los Llanos de Aridane Noelia García Leal, que revise la decisión de su antecesor en el cargo y declare pública esta documentación, reconociendo el derecho de la población a conocerlas.


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