«Yo no invito a la gente a arriesgar la vida en Puerto Naos, pero demostré que en mi vivienda no había gases peligrosos»

Luis Lorenzo, el vecino de Puerto Naos que fue detenido el lunes 11 de octubre por pernoctar en su domicilio, asegura que tomó esta decisión porque estaba “cansado” de que desde el Cabildo palmero le indicaran que debía abandonar el hotel donde se aloja como evacuado tras la erupción y porque quería “demostrar» que, el menos en su casa, «se podía dormir perfectamente” porque no había concentraciones de dióxido de carbono (CO2) peligrosas.

De hecho, comenta como anécdota que bromeó con los agentes que le detuvieron en el sentido de que donde estaba el vehículo de la Benemérita había concentraciones mucho mayores de este gas.

Entrevistado por EL VALLE, deja claro que él no invita a nadie a que entre en Puerto Naos y siga su ejemplo, ya que su acción, insiste, se limitaba a su casa, “y no digo que en otras zonas no haya gases”, pues es sabido que en Playa Chica sí hay, pero incluso desde antes de la erupción, “porque hay una cueva entre esa playa y El Lajón sobre la que siempre se ha dicho que allí te quedas sin oxígeno”.

Lorenzo se queja de que a estas alturas no se hayan puesto medidores en todo Puerto Naos y que permanezca cortada el agua, por lo que afirma que un grupo de vecinos, a través de una plataforma, quiere hacer una denuncia colectiva contra el Cabildo por prohibir la entrada durante ya un año sin adoptarse medidas para remediar el problema. “No he visto afán de lucha en el Cabildo por defender nuestros intereses ni que se hayan puesto los medios suficientes”, observa este vecino.

Con respecto a su arresto, asegura que no ofreció resistencia y que en ningún momento la Guardia Civil le prohibió la entrada, sino que le comentó que entraba bajo su responsabilidad.

«Me dicen que me vaya del hotel porque el Cabildo pensará que soy rico»

Respecto al motivo por el que el Cabildo le ha indicado que debe abandonar el hotel cree que es porque su familia tiene negocios y apartamentos en Puerto Naos y piensa que él es rico. Sí reconoce que antes de la erupción tenía medios y una vida estable, pero después de un año sin actividad económica por esta catástrofe natural más los efectos de la pandemia, “todo se acaba”. Además, explica que él, con una empresa de marketing, no ha recibido ayudas, “solo de las donaciones”. También admite que viaja fuera de Canarias, pero no por placer sino “por motivos personales”·, a ver a su hijo y a su pareja sentimental.

En declaraciones a TV La Palma, insistió en que el domingo, cuando entró en Puerto Naos, informó a la Guardia Civil de sus intenciones “en todo momento” y los agentes le previnieron de que lo hacía bajo su responsabilidad, y les dio su número de teléfono porque le dijeron que lo llamarían para saber si estaba bien.

“Pero yo no fui a arriesgar mi vida, yo sabía que allí no había gases, y llevé un medidor, y en el interior de la vivienda se mantuvo en 500 y pico” [partes por millón] de CO2, comenta este afectado por el desalojo del principal núcleo turístico residencial del oeste de La Palma.

«Espero no ser condenado»

Puerto Naos / I LOVE THE WORLD

Además, quiere subrayar que el trato de los guardias civiles hacia él fue bueno, y que cuando acudieron a su casa se estaba secando tras ducharse. “No puedo tener mejores palabras hacia los cuerpos de seguridad, incluso un guardia civil me permitió estar fuera del calabozo, me dieron de desayunar y me entregaron la denuncia; además, no hizo falta pasar a disposición judicial, pero tendré que ir a juicio”.

Este palmero que lleva un año desalojado confiesa que espera no ser condenado, porque además siempre tuvo a su lado un medidor para garantizar su seguridad. En la nota de prensa de la Guardia Civil sobre su detención se informa de que en el vigente Código Penal se prevé un castigo de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses para quienes se resistan o desobedezcan gravemente a la autoridad.

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