Los informes del PEVOLCA que publica el Cabildo omiten que uno de sus miembros, médico, avala el regreso a Puerto Naos y La Bombilla

Los informes del Comité Científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA) que aparecen en la web de riesgo volcánico del Cabildo de La Palma, han omitido el voto particular de uno de sus miembros, el médico Aldo González Brito, quie inicialmente participó en el órgano asesor del Plan Insular de Emergencias (PEINPAL) por invitación del Cabildo pero que luego fue excluido, y participa en el PEVOLCA por la Universidad de La Laguna (ULL).

La importancia de este voto particular es que, según ha podido saber EL VALLE de fuentes próximas al comité científico del PEVOLCA, se aparta de la recomendación de mantener evacuados ambos barrios por considerar este profesor de Fisiología en la ULL que las concentraciones de CO2 no justifican en sus niveles generales esta drástica decisión, al no ser letales, y es posible el retorno controlado de la población con una serie de medidas preventivas.

Y en efecto, en el último informe del comité científico del PEVOLCA, reunido el 18 de noviembre, no figura discrepancia alguna, al menos en la documentación publicada por el Cabildo en su web; pero hubo tal disenso por parte de este médico y, según las fuentes, este especialista pidió que constara su disconformidad con el criterio general. Estos documentos se publican en el siguiente enlace: https://riesgovolcanico-lapalma.hub.arcgis.com/

Puerto Naos. / I LOVE THE WORLD

En el informe se concluye que «tanto en los núcleos de Puerto Naos y La Bombilla, mientras los niveles de CO2 no estén dentro de los límites de exposición que se consideran habituales para la población general, por un principio de precaución, prudencia y prevención, es aconsejable mantener la zona desalojada, permitiendo el acceso según los protocolos oficiales».

El comité científico del PEVOLCA, creado por  el Gobierno canario, lo forman, según el listado de la reunión del 8 de noviembre al que ha tenido acceso este diario, el IGN, el IGME, el INVOLCAN, el IEO-CSIC, el CSIC, consejerías del Gobierno canario (Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica; Seguridad y Emergencias, Sanidad), la AEMET, el Cabildo de La Palmas y las dos universidades publicas canarias, la de Las Palmas de Gran Canaria y la de La Laguna, en representación de la cual asiste Aldo González Brito.

El informe del PEVOLCA lo analiza, a su vez, un comité asesor del Plan Insular de Emergencias de La Palma (PEINPAL), creado por el Cabildo palmero, de manera que la omisión del voto particular de González Brito hace que tampoco este otro órgano insular pueda valorar sus argumentos, con lo cual la apariencia de todo este proceso es de una unanimidad que, en sentido estricto, no es tal, porque hay una voz discrepante.

Una de las reuniones del Comité Director del PEVOLCA durante la erupción volcánica.

Viene a colación recordar que fue el Gobierno canario el que, en la resolución de la Dirección General de Seguridad y Emergencias por la que denegó a una plataforma de afectados las actas y grabaciones de las reuniones previas a la erupción celebradas por los comités científico y director de dicho plan, precisamente utilizó como criterio que «los documentos que debe elevar el Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de fenómenos volcánicos se adoptan por consenso, sin perjuicio de puedan producirse discrepancias, en cuyo caso deberán recogerse en un anexo firmado por el defensor de la postura que se separe de la consensuada».

Esta semana, en rueda de prensa, el abogado José Luis Langa, ha revelado que uno de los informes periciales que aporta el recurso contencioso administrativo interpuesto en nombre de la Plataforma Jaraco de Afectados de Puertos Naos es precisamente de este profesor universitario de la rama sanitaria.

La disidencia científica de González Brito ya es conocida desde que hace unos meses la expresó en medios de comunicación. En un artículo de opinión publicado en julio criticó la «visión catastrofista» de los gases en estos barrios, con la que el Cabildo ha justificado mantener evacuadas a unas 1.400 personas desde hace ya 14 meses.

Entre las reflexiones de este fisiólogo merece reseñarse este párrafo: «Siempre he preguntado que, si los niveles son potencialmente tóxicos, qué tipo de problemas médicos habían detectado en los trabajadores de las desaladoras, que llevaban ininterrumpidamente desde casi el inicio de la erupción, y también en los que se incorporaron más tarde, los trabajadores del muelle o embarcadero de La Bombilla (una zona donde se suelen detectar niveles mayores de CO2). Ante esta pregunta directa y con la finalidad de intentar averiguar el riesgo real para la salud en individuos que en algunos casos llevaban ya expuestos a los gases de la zona cerca de 10 meses, al menos durante 8 horas diarias, la respuesta a la pregunta siempre ha sido la misma: ninguna. Parece que en el PEINPAL distinguen dos tipos de habitantes en la isla, los que se pasan buena parte del día en zonas de exclusión sin tener problemas de salud, y los que son excluidos de poder acudir a sus propiedades porque corren riesgos para su salud. Esta es sin lugar a dudas la paradoja del CO2, y hablemos claro de una vez, también es una ofensa a la inteligencia de los palmeros, quienes se deben estar preguntando, ¿por qué yo no puedo acudir a mis propiedades (casas o fincas) al mismo tiempo que otros deambulan por esa misma zona sin problema alguno?»

Puerto Naos. / I LOVE THE WORLD

A principios de junio pasado, como contó en su artículo de opinión, González Brito entregó a las autoridades de la emergencia un informe titulado Medidas para asegurar un acceso sin problemas para la salud a las fincas y casas de La Bombilla y Puerto Naos. Lo explicó, como relató el propio médico, «ante un comité curioso: excepto los representantes de ambas universidades, un toxicólogo que hizo un único comentario poco científico, y los representantes de salud pública (que ya traían un no por respuesta), el resto de representantes del PEVOLCA no tenían formación alguna en salud y efectos de gases, pero eso sí, todos se negaron a considerar una reapertura excepto los representantes de las universidades».

Y es que para este especialista en Fisiología, «si la finalidad de excluir o limitar el acceso a zonas con cantidades potencialmente tóxicas de CO2 es evitar a las personas efectos nocivos sobre la salud, cualquiera entendería que deberían ser expertos en fisiología y medicina quienes se encargasen de valorar los riesgos, analizar clínicamente los efectos y de asesorar a las autoridades sobre lo que deben hacer», y no solo vulcanólogos.

Puerto Naos. / I LOVE THE WORLD

Esa fue, según él mismo supone, la finalidad por la que fue invitado inicialmente por la consejera de Emergencias del Cabildo, Nieves Rosa Arroyo (médico y amiga suya), y posteriormente y a solicitud del propio director del PEINPAL, fue nombrado por la rectora de la ULL, desde el pasado 21 de abril, experto en representación de esta Universidad para el comité asesor en materia de Salud Pública del Plan de Emergencias del Cabildo de la Palma.

Le avalaba este nombramiento el ser profesor de Fisiología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULL, el tener experiencia en investigación sobre ejercicio y respiración en altura (ambientes con menos oxígeno que a nivel del mar), y el ser médico. Pero posteriormente ya no fue invitado más por el Cabildo, aunque sí ha seguido siendo convocado por el Gobierno al comité del PEVOLCA. Eso sí, su discrepancia se ha volatilizado en los informes publicados en la web del Cabildo como por arte de magia, con la misma facilidad que el CO2 cuando llega un soplo de alisio.

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