Guardas de caza relatan que les mandaron desalojar a los cazadores horas antes de la erupción porque era «inminente»

DOS AÑOS DE UNA ERUPCIÓN SIN EVACUACIÓN PREVIA: EN BUSCA DE LA  VERDAD

CAPÍTULO 8.2

La mañana del infausto domingo en que erupcionó el volcán Tajogaite, el Cabildo prohibió, desde bien temprano, que los cazadores y senderistas transitaran por la zona de Cumbre Vieja con más probabilidades de sufrir una erupción y sus efectos. Varios guardas de caza cuentan en el libro Las otras historias del volcán que a primeras horas de la mañana se les ordenó desalojar a los cazadores desde El Paso hasta Fuencaliente porque «la erupción sería inminente». Sin embargo, la población siguió en sus casas y nunca fue evacuada de manera preventiva, y allí le sorprendió el inicio de la catástrofe.

Las señales que la naturaleza estaba dando desde el sábado y la madrugada de domingo eran, inequívocamente, indicadoras de que el fenómeno se estaba acelerando y la cada vez menor profundidad de los símbolos significaba que el magma estaba ascendiendo peligrosamente para quienes residían en un área que los científicos tenían ya identificada.

La vulcanología tiene que lidiar con la incertidumbre, pero, ayudada de la tecnología, puede medir gases; epicentro, profundidad y magnitud de los sismos, y deformación del terreno, y todos esos parámetros lanzaban ya un mensaje claro del subsuelo que había que interpretar ya en clave de protección civil.

Una madrugadora orden de desalojar a cazadores y senderistas

Tal es así que en la mañana del domingo 19 de septiembre de 2021, el entonces presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata (hoy consejero del área medioambiental y la energía en el Gobierno canario), dictó el decreto 2021/7556 por el que se suspendía la caza menor en El Paso, Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, Tazacorte y Mazo; cerraba las pistas forestales y los senderos de esos municipios, así como   el área recreativa del Refugio de El Pilar (El Paso), el Centro de Interpretación de Cavidades Volcánicas Caños de Fuego, la Cueva de Las Palomas en Todoque;y, en general, el acceso a las cuevas de la zona, sean de uso público o privadas.

La gasolinera de Las Manchas, durante la erupción.

Incluso ordenó el cierre de la gasolinera PCAN en San Nicolás (Las Manchas, municipio de El Paso).

 

Mientras se tomaban esas medidas preventivas, hay que insistir una y otra vez, la población de esa misma zona seguía en sus casas. En el libro benéfico Las otras historias del volcán podemos encontramos testimonios sobre este asunto.

«Este domingo amanecimos con muchos temblores, pero nadie nos avisó de nada a pesar de que a las 8 de la mañana echaron a los cazadores que se encontraban en la zona de Cabeza de Vaca», cuenta una persona que residía en El Paraíso, el primer barrio que destruyó la lava, y que «nunca fue evacuado ni avisado de nada».

En otro de los testimonios que figuran en el libro, un vecino de lugar cuenta que «los temblores eran cada vez más intensos y más frecuentes, pero todo transcurría normal en la zona, pues había varios cazadores cazando y ya por último recogiendo sus perros, ya que se había cancelado la cacería por precaución».

Guardas de caza: «Nos dijeron que la erupción comenzaría de forma inminente»

Varios guardas de la Federación Insular de Caza de La Palma participan en este libro aportando su valioso relato de lo sucedido ese domingo: «El día 19 de septiembre a las 8:00 de la mañana, nos encontrábamos trabajando por la zona de Las Manchas. En ese momento, nuestro jefe nos comunicó que teníamos que avisar a todos los cazadores, para que recogieran sus perros y salieran de la zona, desde El Paso hasta Fuencaliente, porque le informaron que la erupción comenzaría de forma inminente».

Es decir, no se trataba solo de preservar de desprendimientos a cazadores y senderistas, sino que realmente existía la posibilidad de que la erupción ocurriera de un momento a otro. Eso es lo que significa «inminente», diccionario en mano, y esa es la palabra que, según científicos miembros del comité del Plan de Emergencias (PEVOLCA), es la que  se oyó en las reuniones de ese foro ese fin de semana, en las horas anteriores a la erupción, como ha hemos desarrollado en anteriores capítulos de esta serie.

Estos guardas de caza refieren cómo «a la gran mayoría de cazadores les costó abandonar la zona», pero que pudieron avisarles «a todos y recogieron los perros y salieron de las zonas de peligro».

«A las 15:15 de ese día», exponen estos testigos, cómo, ya estando en sus casas, «comenzó la erupción en Cabeza de Vaca y, aunque muy asustados, respiramos tranquilos sabiendo que pudimos avisar a todas las personas de ese lugar y así no lamentar daños personales», pues se trata de «una zona bastante frecuentada por cazadores, y más aún ese día, al ser domingo, día de caza de conejo y primer día de caza de la perdiz».

I LOVE THE WORLD

Como también hemos contado en anteriores capítulos, la suerte quiso que la tierra se abriera no debajo de viviendas, y los cientos de metros suficientes de las casas más próximas para permitir que sus moradores no fallecieran por aquella monstruosa deflagración seguida de enormes surtidores de lava que salía disparada hacia el cielo por el gas, con un aterrador zumbido. Unos cientos de metros más abajo y hoy estaríamos lamentando, muy probablemente, la pérdida de vidas humanas. Los vecinos de la zona tuvieron que salir corriendo.

Primeras horas de la erupción. / ANTONIO CARRILLO

No hay que olvidar que pasadas las 13 horas de ese domingo el entonces presidente del Cabildo palmero y el director técnico de la emergencia, Miguel Ángel Morcuende (hoy director general de Espacios Naturales y Biodiversidad en el Gobierno canario, y nombrado Hijo Adoptivo de La Palma en el pasado mandato por el Cabildo), decidió no evacuar a la población alegando que los científicos no podían poner un horizonte temporal para la erupción.

Sin embargo, el comité científico sí había recomendado evacuar a la población en riesgo en su informe de esa mañana. Pero solo se ordenó desalojar a partir de esa hora a unas decenas de personas con movilidad reducida, si bien EL VALLE cuenta con testimonios de quienes, estando en esa situación de discapacidad, no fueron evacuados antes de las erupción por servicio público alguno, con lo que se desmonta también la versión oficial de que todas las personas con discapacidad ya estaban fuera de peligro gracias al plan de emergencias cuando comenzó la catástrofe.

Hernández Zapata y Morcuende, en la rueda de prensa del domingo 19-9-2021 al mediodía.

La verdad sobre el proceso de esa toma de decisiones sigue siendo tratado por las Administración pública como un secreto de Estado, ya que se les ha negado a los afectados y a los medios de comunicación el derecho a conocer las grabaciones de las reuniones de los comités científico y director del PEVOLCA inmediatamente anteriores al inicio de la erupción. Eso sí, con esta serie tratamos de desenterrar la verdad que algunas instituciones, cargos públicos y científicos parecen querer sepultar como si de un manto de ceniza o, peor, como si de una colada de lava del Tajogaite se tratara.

CONTINUARÁ…


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