La nueva ordenación prevista para la zona afectada por la erupción da un vuelco a la que había antes de la catástrofe

La nueva ordenación que tramita para aprobar por decreto ley el Gobierno canario para la zona afectada por la erupción volcánica de La Palma en nada se parece a la que había antes. No habrá reconstrucción de lo que se perdió bajo la lava en el mismo lugar, no solo por la nueva realidad física o riesgos volcánicos, sino por criterios de la Agenda 2030, de modo que la población damnificada deberá reubicarse en los extremos de las coladas o suelos públicos diseminados por el norte de la comarca. ElValledeAridane.com inicia con esta noticia una serie de informaciones sobre la nueva planificación territorial que se halla en trámite. 

Las bolsas de suelo residencial

Las nuevas viviendas se emplazarán ahora en dos grandes bolsas de suelo urbanizable en los extremos del malpaís (Las Norias-La Majada y La Asomada-La Laguna) y solo en el caso de El Pampillo se refleja un suelo para un futuro barrio que trate de concentrar en las inmediaciones del anterior a la población que habitaba los márgenes del camino de igual nombre, un asentamiento rural que responde a la reclamación del «derecho a volver» que ha reivindicado la Plataforma El Pampillo-Todoque, aunque esta solución no satisface del todo las pretensiones de este colectivo.

La posibilidad de mantener el asentamiento rural de El Pampillo, no obstante, requiere de una modificación sustancial del Plan Insular de Ordenación del Territorio de La Palma, conforme a un perímetro que aparecerá delimitado en el anexo del futuro decreto ley, según ha explicado el Gobierno canario.

Suelo protegido y agrícola

En la propuesta de ordenación conocida hasta el momento se protegen por sus valores geológicos las fajanas y, en el caso de la mayor, un tramo de las coladas próximo a los acantilados, y se preserva también el volcán y parcialmente las coladas más próximas al cono, unos terrenos a los que se les da una «protección cautelar» pero con las miras de que sea espacio natural protegido.

Se destina a la agricultura la franja costera, donde se reconstruirían las plataneras. Y una enorme bolsa de suelo quedará pendiente de que se enfríe para decidir sus usos, tal como se refleja en los mapas presentados por el Gobierno canario el 20 de enero en una reunión con representantes de colectivos de afectados celebrada en el Museo Benahoarita de Los Llanos ((ver en el primer mapa de esta noticia, la zona de color marrón claro)

El consejero de Lucha contra el Cabildo Climático, Transición Ecológica y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, explicó en esa reunión que se trata de ordenar «un terreno condicionado por temperatura, fragilidad y gases» y afirmó que «la protección [como espacio protegido]no va a condicionar otra soluciones». De hecho, en el plano de valoración científica de este nuevo paisaje hay coladas con «muy alto valor» que, sobre el papel, no se plantea conservar.

En los bordes de las coladas se van a respetar las viviendas que pueden recuperarse, pero no así las que estén enterradas, según indicó el consejero.

Criterio para la nueva ordenación: concentrar la población

Se expone literalmente en el borrador del decreto ley para la reconstrucción de viviendas, que  «se han tenido en cuenta, no sólo los criterios científico- técnicos recogidos en los distintos dictámenes emitidos, sino también los objetivos estratégicos 1 y 2 contenidos en la Agenda Urbana Española 2030, consistentes en ordenar el territorio y hacer un uso racional del suelo, conservarlo y protegerlo y evitar la dispersión urbana, respectivamente».

Por tanto, el modelo de vida unifamiliar aislado y disperso que predominaba en la zona afectada ya no es el que se va favorecer sino todo lo contrario. Es lo que el decreto ley describe como «fomento de la compacidad urbana».

Carreteras

Un técnico de la empresa pública Gesplan indicó que no es recomendable edificar sobre las coladas, aunque algunos suelos urbanizables previstos están sobre este nuevo terreno.

En cuanto a las carreteras principales, además de las ya en ejecución (la de la costa, y la que une La Laguna y Las Norias, se dibuja en el plano también recuperar un enlace entre Las Manchas y Tajuya, más las vías de conexión con los dos suelos urbanizables de La Laguna-La Asomada (en este caso se plantea una carretera para unirlo con la LP2) y Las Norias-La Majada.

Fallas activas

Según se explicó en dicha reunión convocada por el Gobierno canario, en la zona sur de las coladas no habrá equipamientos públicos vulnerables, como colegios o centros sanitarios,  por el riesgo volcánico, aunque sí se localizarán zonas residenciales.

De hecho, uno de los planos oficiales divulgados muestra una zona de fallas activas, y que se puede ver sobre estas líneas, muestra una franja roja donde se recomienda no construir nuevos barrios, y otra naranja donde, con información preliminar, se aconseja limitarlos. Paradójicamente, en esta última franja se localiza el nuevo suelo urbanizable de Las Norias y La Majada.

1.266 parcelas con viviendas afectadas

En los 12 kilómetros cuadrados que destruyó el volcán había 1.266 parcelas de uso residencial, en parte de las cuales se agrupaban varias viviendas en una misma parcela, porque vivían varias familias y también con uso turístico. El 75% tenían huertos.

1.266 parcelas de uso residencial afectadas. Había viviendas residenciales, de uso turístico o vacacional o mixtos, con huertos y jardines, y zonas vacantes. Había edificaciones colectivas, varias familias con varias viviendas en una parcela, tipología unifamiliar aislada. Y otras agrupadas, varias construcciones en una misma parcela.

Suelo industrial

Para las industrias que destruyó el volcán y las nuevas que puedan crearse se  destinarán suelos en El Paso y hay incluso ya un proyecto de urbanización en Las Rosas, dentro de Los Llanos de Aridane. En el caso del polígono industrial que quedó semidestruido y rodeado por la lava en el callejón de La Gata, e borrador dell decreto ley citado incorpora una disposición transitoria cuarta que da un plazo de 4 años al Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane para ordenar este ámbito y una posible recuperación de esos terrenos, y se permitiría alterar su delimitación y los usos originales.

Al sur de las coladas se crea un nuevo suelo industrial pero para uso terciario, destinado a edificaciones de uso turístico.

En los nuevo suelo urbanizables para la reubicación de las construcciones destruidas por la erupción se admitirán también pequeños comercios (de hasta 1.000 metros cuadrados), restaurantes, oficinas, tiendas de artesanía…

Por lo que comentaron técnicos de Gesplan en el acto del pasado día 20 de enero, no está claro aún si habrá un decreto ley específico para las industrias pero sí se promulgará uno para el suelo agrícola, cuya tramitación lleva la Consejería autonómica de esta área.

 

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