«A los afectados del volcán no se nos borrará en la vida que no nos avisaran en tiempo y forma, y que nos engañaran»

José Manuel Rodríguez Cabrera es uno de los damnificados del Tajogaite que ha dado la cara como miembro de la Plataforma de Afectados por el Volcán de Cumbre Vieja 2021 y de  la comisión promotora de la iniciativa legislativa popular de la Ley de Volcanes, apoyada por casi 20.000 firmas. Tres años y medio después de la catástrofe, entrevistado por EL VALLE, observa que la recuperación va muy lenta, aunque  destaca que se ha logrado una compensación económica con el valor de las viviendas perdidas.

Deja patente «un resquemor» que «no se borrará en la vida» a los afectados: el no haber sido informados «en tiempo y forma» del riesgo al que se exponían, ser evacuados antes de la erupción «y que se nos engañara».

A estas alturas cree que la población damnificada ha «desmentido» la versión oficial de que la gestión de la emergencias fue un éxito, porque además, en su caso, atestigua que científicos del PEVOLCA (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias) le han confirmado en privado que al menos una parte de ese comité consideraba que la erupción era inminente, por lo que, a su juicio, no se aplicó el principio de precaución con la población del Valle de Aridane.

Cabrera fue uno de los vecinos que se autoevacuó con su familia tres horas antes de que erupcionara el volcán, ya que  donde vivía, Montaña Cogote, los temblores y el aumento de la temperatura del agua eran síntomas muy evidentes de que el monstruo iba a despertar. «Ha faltado humildad en los científicos y si los políticos no planifican mejor la próxima erupción, puede provocar muchas muertes», asevera.

Perdió su casa y está terminando una nueva, aunque confiesa, con un nudo en la garganta, que aún alberga ese sentimiento de vacío por buscar lo que nunca recuperará, el hogar por y los objetos personales perdidos, como sus fotos familiares y sus colecciones de monedas  y sellos. Eso sí, la mayor suerte fue salvar la vida, pero tiene claro que fue eso, la pura suerte de la ruleta rusa de la naturaleza, no la aplicación del plan de emergencias.

«Las compensaciones se han ido gestionando un poco lento»

Uno de los grandes objetivos de la plataforma de afectados parece conseguido, al menos para las viviendas, que se les conceda una indemnización por el valor de lo perdido a precio de mercado antes de la erupción. ¿Cómo se está aplicando esta medida?

«Bueno, va lento. Depende también del dinero que venga del gobierno central. En principio, cuando se negoció a nivel político esta parte, se dijo que era por cuatro años: 100 millones anuales que ponía el Gobierno de España y 50 el Gobierno de Canarias.

Se ha ido gestionando un poco lento porque, los expedientes de cada uno de los afectados no son iguales. Hay algunos que no estaban bien cumplimentados, entonces han tenido que volver a modificar algunos de los apartados».

«Nos quedará para siempre el resquemor de no haber sido avisados a tiempo»

Momento del inicio de la erupción, desde Las Manchas, con los vecinos asustados

Siguen ustedes sin saber qué pasó en esas reuniones del Plan de Emergencias  (PEVOLCA) en los días y horas anteriores a la erupción cuyas grabaciones les han sido denegadas por el anterior y el actual Gobierno canario, por lo que continúan siendo confidenciales…

«Lo que nos han dicho es que no pueden entregarlas así porque sí, por los informes técnicos en contra. A nosotros es una espina que nos queda clavada. No se nos va a borrar en la vida que no se nos haya informado en tiempo y forma. Y además que se nos haya engañado.

Había datos, que se pueden constatar, que preveían que iba a ocurrir una erupción. No se hizo lo que se tenía que hacer, y entonces ahora es esa duda o ese resquemor que nos queda por dentro, de no haber salvado muchas de las cosas que eran importantes para cada uno; porque para todos no es importante lo mismo. En mi caso, por ejemplo, lo más importante fueron las fotografías de mi familia, y eso ya no lo puedo conseguir más».

«La víspera de la erupción, los temblores y el calor se complicaron mucho donde yo vivía»

¿Dónde vivía usted hasta el día de la erupción?

«En la zona de la Montaña Cogote. El tercer día del volcán ya pasó por mi casa la lava. Yo: era coleccionista de monedas y sellos desde el año 78, y tenía unas buenas colecciones. Tampoco pude salvarlas».

¿Tuvo usted que salir corriendo tras erupcionar el volcán?

«Cuando antes de la erupción explicaba lo que estaba pasando, muchos amigos me decían que estaba paranoico, porque yo llegaba a otros sitios y no había temblores. A menos de 500 metros no había los movimientos ni el calor. El día que hicieron una reunión, el sábado, dijeron que nosotros no éramos zona afectada,  así que me confié. Además, en los medios de comunicación se decía: no hagan caso a los bulos».

-Pero sus temores no era un bulo…

«Es que, justamente el día anterior, el sábado a las 3 de la mañana, ya aquello se complicó muchísimo en mi casa. Una cosa es decirlo y otra es verlo: los cuadros caían, y los vasos de las estanterías… En la parte de la cocina, se levantó un poquito el piso».

«La población debe tener toda la información para saber a qué atenerse»

Después de lo que ha vivido usted, ¿qué mensaje le trasladaría a la población de Tenerife, donde los científicos del PEVOLCA han detectado anomalías en la actividad volcánica?

«No solo a la población de Tenerife, sino a todas las islas con este riesgo. Tenemos que estar preparados para cualquier acontecimiento de estas características. Y tenemos que pedirles a nuestros gobernantes que, cuando surge una situación así, nos den todos los datos, con la veracidad más grande, para nosotros saber a qué atenernos. Y por supuesto, recomiendo tener aseguradas las propiedades, porque esto, llegado el caso, puede ser muy rápido. Yo he hablado con geólogos y vulcanólogos de diferentes sitios, y unos decían, aquí en La Palma,  que sí era inminente y otros que no. Pero claro, ante la duda y la incertidumbre hay que tomar una decisión».

«Los geólogos me han dicho que advirtieron de que era inminente»

Vista aérea de las coladas del Tajogaite a fines de junio de 2025. / I LOVE THE WORLD

Es decir, que usted  ha podido averiguar que antes de la erupción al menos una parte del comité científico del PEVOLCA decía que era inminente…

«Sí. Los geólogos, sobre todo, dijeron que era inminente. Y en las grabaciones existe toda esa discordancia que había entre unos y otros».

«Desmiento la versión oficial de que el PEVOLCA fue un éxito en La Palma»

Lo cierto es que la versión oficial que las autoridades y científicos han promovido es que la gestión del plan fue un éxito y sin ninguna muerte al erupcionar el volcán gracias a que la planificación fue perfecta… Sin embargo, es una versión que han desmentido una y otra vez los afectados…

«Sí, eso yo lo desmiento. Soy muy crítico en esa situación. Si ellos tenían un plan de evacuación, no pueden esperar a que el semáforo esté en rojo para aplicarlo, de ninguna manera. Tuvimos demasiada suerte, el día que fue era un domingo. Si es un día de colegio, a esa hora, en que los padres van a buscar a los hijos, el colapso que se forma en las carreteras seria brutal. Aún así ya se formó porque tenías que venir de Todoque, El Remo… Hubo un montón de gente que tuvimos que ir por caminos alternativos para poder salir rápido»-

¿Sintió que tu vida peligraba, y la de tu familia y vecinos?

«Yo lo tengo muy claro. Cuando yo me fui a las 12 y cuarto de la tarde, sabía que ya no iba a volver. Los movimientos eran muy constantes».

Así que usted se autoevacuó antes de la erupción…

«Sí, antes».

¿Vio entrar en erupción el volcán?

«Lo vi reventar porque fui a ayudar a salir a unas señoras que vivían solas, a sacarles los caballos y ayudarles. Cuando llegué a Triana, a casa de mi madre, me subí a la azotea y vi reventar el volcán. No es como se vio en la televisión, dicho sea de paso, sino que reventó primero con dos o tres fumarolas blancas, luego se formó otra un poco más fuerte, gris, y después dio el reventón grande a los dos o tres segundos».

«Temí que el magma saliera bajo mi casa, por eso me fui»

Inicio de la erupción visto desde una vivienda próxima.

 ¿En algún momento pensó que podía haber salido el magma debajo de tu casa?

 «Sí, porque se oía el agua como cuando uno la tira en un cascajo; y el calor de la piscina, donde la temperatura subió 3 o 4 grados; y encima el ruido era brutal, pero brutal. Así que el magma estaba intentando salir. De hecho, por debajo de mi casa salieron dos boquitas pequeñas. Yo estaba encima justamente. Tuve muchísima suerte, y mi familia, de que escapamos».

¿Cree que ese es uno de los aspectos que hay que mejorar para próximas erupciones?

«Sí, sacar a la gente del lugar antes de que pase, y decir las cosas con claridad. Vale más corregir y decir ‘me equivoqué’, que tener sobre su conciencia un problemón de esta categoría. Tuvimos muchísima suerte. Y en una futura erupción igual  en otros sitios no sea tendrá esa suerte si no se planifica de otra manera».

«En Tenerife puede haber muertes si no planifican mejor las autoridades»

 ¿Qué le ha parecido la actitud de los científicos en esta catástrofe sobre el hecho de que no se evacuara a la población antes?

«Sí, tenían que haber sido bastante más humildes. Decir: ‘señores, nosotros pensábamos que la erupción iba a ser más tarde’. Porque ahora, a los que nos pasó esto, que no se nos va a borrar nunca, si se repite una situación igual, ya no podemos tener confianza en que nos avisen».

¿Se imagina una erupción en Tenerife?

«Tenerife lo tiene peor, porque hay mucha más población que en La Palma. Así que creo que los vulcanólogos y con los aparatos que tienen ya consolidados allí se tomarán  las cosas más en serio. Porque en Tenerife sí que puede haber un problema muy grave, de muertes, si no se aprende de lo que aquí pasó».

«Con nosotros no se aplicó el principio de precaución»

 ¿Cree usted que los políticos no aplicaron el principio de precaución en la emergencia volcánica del Tajogaite?

«Yo pienso que no. Y esto será es un antes y un después. Tengo esa apreciación. Creo que en el futuro ningún político se va a arriesgar a tomar decisiones como las que tomaron aquí, no avisar ni evacuar a la población en riesgo antes de la erupción. A algunos se les escapó decir que no evacuaron porque no tenían todo el operativo preparado. Pero la decisión que había que haber tomado es evacuar, y si hace falta, todo el Valle de Aridane, se hace».

¿Qué se llevó el volcán en su caso?

«Yo perdí mi casa, y mis hijos perdieron dos casas y unos terrenos que teníamos al lado de la vivienda. Pero  yo sigo diciendo que la casa es más que una casa, es el hogar de uno, los sentimientos, la pasión que le pones. Todas esas cosas se pierden. Y aunque ahora se nos valore económicamente, pues hasta que no volvamos a adaptarnos a la nueva vivienda no se nos irá ese sentimiento. Yo, por ejemplo, estoy terminando mi nueva vivienda, y es un desespero. Porque en el fondo vas a buscar lo que tenías antes de la erupción, pero ya no existe. Eso aún está muy fresco en la memoria».


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