«Creíamos que el Gobierno nos avisaría, pero el volcán erupcionó sobre nosotros»

DOS AÑOS DE UNA ERUPCIÓN SIN EVACUACIÓN PREVIA: EN BUSCA DE LA  VERDAD 

CAPÍTULO 6.1

Manuel y Mónika, y sus dos hijas, vivían felices junto a Montaña Rajada, para ellos el paraíso. Sentían miedo de los terremotos pero no a una erupción porque se creía que, de haberla, sería más al sur. Confiaron en que las autoridades les avisarían con tiempo. Pero no fue así: el volcán reventó de forma tremebunda e inesperada a 700 metros de su casa.

EL VALLE

El 19 de septiembre de 2021 quedará grabado a fuego en la memoria de miles de palmeros. Hay un antes y un después en la vida de quienes experimentan el horror de una erupción volcánica a apenas 700 metros de su casa. Y sin avisar, porque la creencia era que la erupción sería más al sur.

Es el caso de Manuel Ueberschar y Monika Tessmer, y sus hijas Samira y Noelia, de 6 y 3 años, respectivamente. Su testimonio lo cuentan en el libro ‘Las otras historias del volcán’, en el que se quejan de que mientras las noticias oficiales en los medios de comunicación se decía que no había peligro inminente de erupción, y menos en la zona donde ellos vivían, al lado de la Montaña Rajada, en el valle de Tajogaite,  la realidad es que le sorprendía le erupción volcánica sobre sus propias cabezas.

«Desde hacía días sentíamos el movimiento de la tierra bajo nosotros una y otra vez. Una y otra vez las vigas de la casa crujían. Intentábamos mantener la calma. El Gobierno ya nos avisará, pensábamos. Hay profesionales sobre el terreno que miden y vigilan cada pequeño movimiento, por lo que si hay peligro, nos informarán con tiempo», relatan en el libro editado por I Love The World.

Así que todo fue para ellos y tanta gente un corre corre, porque la evacuación no fue preventiva, sino ya con el peligroso y tremebundo surtidor de lava derramando un río de destrucción que descendía hacia El Paraíso.

Confiesan que no tenían miedo a una erupción volcánica porque jamás pensaron que sería por allí, pero sí les atemorizaban los terremotos y por eso llegó una noche en que decidieron no dormir más en la casa.

La mañana del domingo de la erupción  un «violento estruendo seguido de desprendimientos» ya habían decidido que se irían después de al almorzar, hubiera o no evacuación por orden oficial.

Y, en efecto, no hubo aviso oficial, ni cambio de semáforo a naranja, ni evacuación preventiva. Esta familia lo narra de esta manera tan sobrecogedora en el libro: «A las 3 de la tarde leímos otro artículo de un periódico online. Señalaba una vez más que no había peligro para la población en la actualidad. Ape­nas 12 minutos después, la tierra entra en erupción con una sonoridad indescriptible, a solo 700 metros en línea recta sobre nuestra propiedad. El volcán ha entrado en erupción sobre nosotros».

Manuel y Monika, con sus hijas en una imagen publicada en ‘Las otras historias del volcán’

Dos días después de iniciada la erupción y les comunicaron la triste noticia de que la lava se había llevado su hogar con todas sus pertenencias. Así que abandonaron La Palma «por el dolor» y se fueron a Tenerife, donde tuvieron la suerte de encontrar alojamiento gratuito.

Para Manuel y Mónica, hasta ese 19 de septiembre pudieron vivir el sueño de sus vidas, porque «La Palma tiene algo con lo que muchos sueñan». Pero el volcán lo convirtió en pesadilla de la que aún no han podido despertar.

 

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